Línea directa, por: Genoveva Castro Manzanilla.
Ya a corto tiempo de que
nuestra nación entre a la llamada Fase 2, ante la contingencia mundial de salud
con la que se transita en esta parte de la historia moderna. Yucatán está en
pie de lucha. Reconociendo una nueva realidad, desde ahora, que irá mostrando
el rostro en que conviviremos. De la mano con comunicaciones en donde se
expresan las realidades de varios sectores de nuestra sociedad,
desafortunadamente, también, aún se observan la falta de integración hacia las
indicaciones institucionales por ciudadanos, que, quizá, no quieren instalarse
en una inobjetable realidad.
Poco a poco, las secuelas
hacen entender a aquellos que tardaron en forma parte de una ciudadanía
responsable, solidaria. No se trata únicamente de decisiones humanas, sino de
una amenaza que se expande muy rápido. La carrera por encontrar científicamente
algo para detener de alguna forma los estragos en la salud mundial, abre
esperanza, aunque, no hay certezas a corto plazo, se desea a mediano por la
comunidad especializada. Los poderes de los mandatarios de los países de los
llamados desarrollados, no han podido con el enemigo. Se dibuja la impotencia
en sí de lo que se consideraba del máximo poderío.
Los cañones, morteros,
tanques, bombas, y demás artefactos de destrucción, han quedado sin efecto. La
voz de alto mando que inclina la voluntad de un país, no basta. Los jaloneos de
políticos tradicionales por los mejores sitios del manejo de las finanzas
públicas y soberbia de cargos públicos no se pueden contener ante este
ingrediente, como se ha dicho antes, inesperado. Hay varias opiniones referentes
al sector empresarial, pero, no se puede negar que serán severamente afectados.
Claro, que la clase trabajadora, es más que comprensible sus dudas actuales.
Hay, y habrá casos concretos en los que no es que no se quiera pagar deudas
contraídas con anterioridad, sino que, la triste realidad, es que no habrá como
cubrir esos pendientes.
No se puede dejar de
observar las ilusiones de los infantes, quienes, sin comprender estos tiempos,
necesitan alimentos todos los días. Los infantes en tratamientos por diversas
causas, además de sus medicamentos, los padres buscando opciones de atención.
Esa presencia en nuestras vidas que no podemos desatender. Así, como a nuestros
adultos mayores en condiciones difíciles en salud y economía., es más, muchos
de ellos, sin atención ni cariño desafortunadamente. Claro que esto no se
generaliza, sino los agentes de los palacios comentaros de situaciones que se
ven en toda la región yucateca.
En nuestra tierra de
vivienda, el solidario Yucatán, reconocen los conectados en este encuentro
virtual de la semana, que, tanto Mauricio Vila Dosal como Renán Alberto Barrera
Concha han sostenido un paso vertical. El gobernador de la entidad, y el
presidente municipal de la ciudad capital implantan todo tipo de estrategias
para aplicar las políticas públicas emergentes requeridas. Se espera, que no se
vayan a desviar buenas intenciones, ni vayan a presentarse aquellos inquietos
que en el oído ofrecen manejos inadecuados. Hoy, más que nunca, el centro tiene
que ser las vidas humanas y su conservación a lo máximo. No hay el mínimo
espacio para aspiraciones políticas para el 2021 o el 2024, o para, como
sucedió en el pasado reciente del gobierno anterior, buscar llenar bolsas de
dinero en posible provecho personal, hasta ahora, sin aclarar.
Los políticos que se han
movido con esas intenciones personales, desde que inició ésta, ahora pandemia;
han sido, no solo exhibidos, sino que el ciudadano, seguramente, lo traen muy
presente para actuar en consecuencia en el momento oportuno, no hay duda de
ello, se repitió en el análisis plural. Mauricio y Renán Alberto, ambos con la
responsabilidad de demostrar sus actuaciones como miembros distinguidos de su
partido el PAN, ante su responsabilidad constitucional, prácticamente son los
que están en la mira diaria de trabajo, y, no se puede evitar su visión en la
extensión de medios. Vaya, hay el sustento de estar aplicando su labor
constante. Coinciden que ambos, funcionarios, estatal y municipal, hasta ahora,
y se espera que así sigan, están respondiendo a la confianza ciudadana.
Se trató el caso del
presidente, Andrés Manuel López Obrador, por la política en visión del líder
nacional de la Coparmex, Gustavo Adolfo de Hoyos Watlher, en dichos de que no
ha tomado las mejores decisiones para el bien de México. La agrupación
empresarial, prácticamente desde el inicio de la gestión del tabasqueño ha
estado en constante enfrentamiento, no es un secreto. Las expresiones
encontradas no paran. Desde luego, esto no abona, ni a una reconciliación
anunciada por la 4T, ni a que fluya el empoderamiento en estos tiempos. La
gobernanza, podría quedar ausente. Sobre todo, que es un sector, que, con sus
juegos de intereses, finalmente son empresarios, pero que contribuyen a
mantener o aumentar la planta laboral y el flujo de dinero.
Los agentes de los
palacios destacaron este comentario en la exposición, porque, independiente de
quien de las dos partes pudiera estar en lo correcto de acuerdo a sus emisiones
y actos; pero aquí lo que urge, es que se busque la completa integración de la
sociedad mexicana con poder público o económico, para que juntos se trabaje en
una línea directa para enfrentar al fenómeno que no se combate con sombrerazos,
patas, declaraciones o posiciones encontradas. Se requiere de más, mucho más,
hay que destacar la gravedad de los tiempos. Va a pasar, sí, pero en cuánto
tiempo, qué dejará, cómo será el proceso de levantamiento, la salud mental, la
economía, seguridad, y muchos temas más son parte de acordar.
Como otros casos, hay
voces a favor de uno de los contendientes; nos gustaría mucho evitar estas
expresiones. Pero, lo público, lógicamente está la vista. Dónde está el
operador que pueda sentar a las partes para que con la madurez que se requiere
cada quien exponga lo conducente, y se acuerde lo mejor para nuestra nación. Al
fin, los agentes de los palacios afirman que es el interés mayor. Ni estar
buscando, fuera de contexto, un referéndum que coincida con las elecciones del
2021 y veladamente con ello ayudar a un partido político como puede ser MORENA;
o dedicarse a decir que todo está mal, quizá pueda haber alguna cosa buena.
Vale la pena por el bien común, un sensible y bien intencionado operador que
tenga los tamaños de sentar en la mesa de acuerdos, a las cabezas de esas dos
posiciones insistentemente encontradas, concluyeron los analistas, con gran
sentido de solidaridad y responsabilidad nacionalista.