Ser un bucle. Como un beso en bucle.. Pero en rizo. Ser un rizo. Formar parte de una cabellera rizada y morena. Y saber que se es un bucle magnífico. Ser un fragmento del pelo de un genio. Conocer al genio. Saber que se trata de un tipo peculiar. Saber, por supuesto, que el dueño de ese cabello ensortijado y negro es un virtuoso de la música. Saber que se llama Ara. Saber también que Ara es Ara Malikian. Obvio: saber que cuando el genio toca los àngeles aplauden…
Y no conocer de nada a una mecha castaña de otro pelo distinto. Y sin embargo no ignorar que ese trozo de cabello es también de soñadores de verdad, como Ara. Ser una parte chiquita de un todo muy grande. Estar en la cabeza de aquellos que sueñan cosas grandes. Estar siempre en constante contacto con seres de ley. Ser un mechón del pelo de alguien que es inmenso como Rafael de Paula o Talavante; o de alguien que es lealtad y honor, un Quijote moderno en una España amada…
Ser soñador de verdad!
Como homenaje a las técnicas narrativas de Tiempo de silencio
A los soñadores de la verdad
A genios, unos y otros
A Rafael de Paula
A mi amigo José Vázquez
A Luis
A Ara Malikian: genio y virtuoso y olé
A mi mago
A cada Quijote en una España amada
A Paty