Rojo y blanco. Como todo en él. Él era uno de ellos, uno del grupo. El grupo siempre iba a Pamplona en San Fermín. Fermín, precisamente, era el nombre del padre de él. Sufrió más la madre, pero ya todos lo aceptaban con fuerza. Fuerza y verdad. La verdad es el mayor de los tesoros!
El tesoro de una buena amistad es grande. Grande es su fe y su esperanza. Esperanza Macarena: cuida de ese joven. Ese joven es rojo de intensidad y blanco de pureza. Es taurino, flamenco y amante del campo. El campo también le encanta a Hugo. Hugo y él y todos llegaron allí, al blanco y rojo…
Rojo y blanco en calles, balcones, ropas y emociones. Una ciudad entera llena de emociones. Él, en lucha contra un cáncer, estaba contento, sonreía. Sonreía a la vida, que es bella, aunque a veces duela. No le dolía nada aquella tarde… Tarde de toros. Y toreaba Perera!
Les gustaba mucho Perera a todos. Todos le seguían mucho. Eran seguidores sanos, nobles, de los que jamás molestan, amigos de regalar y de arropar. Arropar al matador. El matador ya espera para trenzar el paseíllo. El paseíllo es un ritual sagrado. Hay que respetar siempre la tradición..
Dedicado a Perera: torerazo!
Dedicado a Pamplona
A la amistad que es tesoro
A mi amiga Ana. Y a Hugo y Jose, ya os esperamos
A Luis
A Carlos
Al toreo y a mi mago
A los que disfrutan el campo: grandes!
Al flamenco
A cada ser en lucha contra el cáncer
A la Esperanza Macarena. A los macarenos. A Pau