Tiempos difíciles en los que dar es un verbo poco frecuente. Tiempos duros en los que los valores y la educación parecen escaparse de un mundo demasiado rápido.. Tiempos sin tiempo: tiempos sin tiempo para enviar una postal navideña, para hablar, para beber un vino o dejar que la piel se queme con el mediodía limpio de los primeros días de enero…
En aquella casa las personas eran generosas.. los niños escribieron una carta a los Reyes Magos..
“Queridos Reyes Magos, este pequeño hogar queda en el bosque, bastante alejado de lo que se suele considerar un recorrido normal. Si no os diera tiempo de acercaros durante la noche mágica no importa, además hiela en la madrugada y con el rocío se resbala. El padrino nos regaló cuando volvió de México unos juguetes preciosos, y en verdad lo que necesitamos es salud para todos, para poder jugar juntos, disfrutar juntos..
Si deseáis regalarnos unos cuentos, adoramos leer, y unos patines os quedaremos muy agradecidos. Buena noche! Junto a la chimenea quedan para vosotros turrones y zumos de arándanos. Besos muy fuertes…”
Dicen que los Reyes Magos, que son también sabios, se emocionaron mucho con esa carta. Ya se habían cansado mucho de los escuetos mensajes enviados a través de apps exigiendo ordenadores y tablets y demás. E iniciaron su largo viaje del 5 al 6 de enero poniendo rumbo hacia aquella cabaña. Cargados de regalos!
Dar siempre es mejor que pedir. A los Reyes Magos les doy siempre mi amor y confianza. Les suplico mucha salud para 2020, fuerza para este año difícil, y si fuera posible el regreso de mi mago a los ruedos.
Dedicado a los Reyes Magos
A mi familia
A mi mago Talavante
A los niños, viva la ilusión
A las personas que mantienen las tradiciones
A mi Hugo
A mi Luis
A mis Ana, Isabel, Maruja, Cris, Gonzalo, Jose, Carlos, Rubén
Y a toda la gente que disfruta la Navidad
