Sic Sac, por: M.A. Elda Clemente Reyes
Oaxaca se convirtió en el primer estado del país en prohibir la venta de refrescos y comida chatarra a menores de edad. A partir de la reforma a la Ley de Derechos de Niñas y Niños y Adolescentes del Estado de Oaxaca, el consumo de bebidas y comidas azucaradas es responsabilidad de los padres.
La iniciativa propuesta por la diputada Magaly López Domínguez, de la fracción parlamentaria de Morena, con la que se busca proteger la salud de los niños y adolescentes, desató polémica y no les gustó a los integrantes del Consejo Coordinador Empresarial, encabezado por Carlos Salazar Lomelín, por considerar que no ataca el problema de raíz y daña a los pequeños comercios que obtienen ingresos de la venta de esos productos. No olvidemos que los empresarios representan uno de los poderes facticos que siempre buscan influir en las decisiones parlamentarias.
En México 35 por ciento de los adolescentes y niños tienen sobrepeso, mientras en la población mayor de 20 años, tres cuartas partes padecen estas enfermedades. Por eso, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) y varias organizaciones no lucrativas, celebraron esta decisión incluyendo al subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell.
En la cifra de muertos por Covid-19 figuran en mayor cantidad fallecidos por obesidad, hipertensión y diabetes. En esta tesitura, la reforma tiene trascendencia, al grado que la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, evalúa la prohibición de venta de comida chatarra a menores de edad con el fin de procurar una alimentación más nutritiva. De igual forma, el gobernador de Tabasco, Adán Augusto López Hernández, enviará una iniciativa con los mismos objetivos.
Tal vez, lo que tiene molestos a los empresarios es que, en esa región ya no obtendrán las mismas ganancias. Tradicionalmente niños y adolescentes acudían a las tienditas de la esquina a comprar cualquier cantidad de golosinas. Ahora podrán consumir lo que sus padres decidan.
Lo anterior, abre la discusión para analizar qué es más importante, la salud y este tipo de controles o seguir permitiendo el consumo desmedido. Sería interesante que, en el Congreso del Estado de Campeche, se abra el debate sobre este tema tomando en cuenta que el año pasado Campeche se ubicó en primer lugar nacional en diabetes e hipertensión en adultos según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Veremos qué diputado se avienta a proponerlo.
Mexicanos menos felices
Una encuesta de El Financiero realizada vía telefónica a 820 mexicanos reveló que, de marzo a julio de 2020, el porcentaje que dice “ser muy feliz” bajó de 57 a 38. Los que se ubican en los niveles de ingreso bajo y medio, pasó de 46 a 26 por ciento. En los niveles de ingreso medio y medio alto, suman de 61 a 47 por ciento. Los encuestados con estudios básicos, se situaron de 56 a 28 por ciento y con estudios profesionales de 63 a 55 por ciento.
En síntesis, los mexicanos se están sintiendo menos felices debido a los efectos del aislamiento y la pérdida de ingresos que afecta su nivel de bienestar.