Por: Luis Repper Jaramillo*.
lrepperjaramillo@yahoo.com
Pobres extremos, la T4a acumula 18 millones 300 mil… y contando
“Por el bien de todos,
Primero los Pobres” enorme mentira de Andrés Manuel López
Obrador que acuñó desde 2006 para contender contra Felipe Calderón (PAN) en la
elección presidencial en ese año. Y, versus Enrique Peña Nieto (PRI) en 2012. Seis
años después (2018) le dio dividendos ganando, arrasando con más de 30 millones
de votos, de manera legítima, contundente, incuestionable.
Su bandera electorera con
la coalición PRD, PT, MC (2006) fue explotar el sentimiento de la población
vulnerable al “treparse” con su simulada actitud proteccionista en favor de los
“olvidados” por el PRI y PAN, sabedor que le daría votos prometiendo,
ofertando, comprometiendo su esfuerzo por sacar de la marginación a 49 millones
500 mil mexicanos en pobreza y pobreza extrema que el gobierno (2008) panista
de Felipe Calderón ignoró.
López Obrador vio en esas
cifras, registradas por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de
Desarrollo Social (CONEVAL) del Gobierno Federal, que mide la pobreza de México
y los programas sociales, un tesoro político, electorero, partidista que le
permitiría operar, prometer a los mexicanos que de llegar a la presidencia del
país resolvería la crisis. Sabía que
abrazar a los “pobres” más temprano que tarde le daría triunfos.
La realidad, a ningún
político, gobernante, candidatos, partidos, autoridades públicas les interesa
abatir la pobreza, marginación, olvido a los “jodidos”. Simplemente son objeto
de deseo para campañas de toda índole. Mienten, falsean, fanfarronean cuando en
discursos, masivos, entrevistas, boletines de prensa, trípticos, flayers, etc.
se desgarran las vestiduras lamentando el estrato social de la mayoría de la
población. Los marginados son “carne de cañón” de los políticos para sus
intereses personales, económicos, grupales, partidistas, familiares.
Son sólo cifras para
presumir en informes de gobierno, en giras internacionales, en proyecciones
presupuestales para el año siguiente y sacar más dinero a la Cámara de
Diputados, que luego roban, desfalcan (verdad hermanos Moreira -PRI- ex
gobernadores de Coahuila), desaparecen, atesoran para su futuro político
(verdad Ebrard, Monreal, Peña Nieto, etc.) Recursos que jamás canalizan al
abatimiento de ese rezago social, pues mientras más pobres haya menos
ciudadanos inteligentes, contestatarios, cultos se enfrentarían a los gobiernos
corruptos, ineptos, inútiles, mentirosos, incapaces (verdad Transformación de
4ª).
Para López Obrador los
pobres y pobres extremos son la excusa perfecta para perpetuarse en el poder.
Seguirá ondeando su bandera electorera de “por el bien de todos, primero los
pobres”. Sólo piensa en su futuro político personal -transexenal-, partidista
(Morena), familiar (hijos, hermanos, primos, cuñadas, etc.), aduladores y
quedar bien con sus compinches: Maduro, Ortega, Castro (2), Bolsonaro, Morales,
que, si diéramos un repaso a esos gobiernos, la pauperización, pobreza extrema,
abandono, son similares, lamentablemente, a la que padecemos en México, provocada
por la errática, nula política social del (des) gobierno de Andrés Manuel López
Obrador.
Para poner en contexto
esta afirmación, dejen les digo, retomo fragmentos del discurso de López
Obrador la noche de 1 de julio de 2018, horas después de conocerse el triunfo
en las urnas del proyecto de Morena, El Peje y la Transformación de 4ª, pronunciado
en el abarrotado Zócalo de la CDMX, al que acudieron chairos, pejezombies,
amlovers, botts, acarreados, “convencidos”, pagados y uno que otro “despistado”
que ni idea tuvo qué hacía ahí.
Embriagado de soberbia al mirar y escuchar las loas a
su mesías (culto a la personalidad), El Peje soltó la lengua. No habían sido
suficientes tantas promesas, compromisos, ofertas de campaña que avivó, con
más, a sus fieles. Retomo sólo la parte de “primero los pobres”: el Estado
dejará de ser un comité al servicio de una minoría. Mi gobierno (Transformación
de 4ª) representará a todos los mexicanos, ricos y pobres. Escucharemos,
atenderemos y respetaremos a todos, pero daremos preferencia a los más
humildes y a los olvidados” Woow… ¡¡¡qué profundo, qué visión, qué
sapiencia!!!
Embelesado por la idolatría de sus fans,
López insiste “no puede haber gobierno rico, con pueblo pobre” (no
gobierno, Andrés, pero tus hijos Andrés Manuel, José Ramón y Gonzalo Alfonso
López Beltrán sí). Representaré a los mexicanos, a los pobladores del
campo y de la ciudad, a migrantes, a creyentes y no creyentes, a seres humanos
de todas las corrientes de pensamiento, de preferencias sexuales, en especial a
los pueblos indígenas” ¡Mentiroso!
Luego de ese mensaje, dos
años y medio después el tabasqueño sigue con sus mismas mentiras, que dejaron
-en parte- ser discursos y pasar a las dádivas, dinero en efectivo como
a sus ninis, becas a diestra y siniestra a pseudo estudiantes. Jóvenes
construyendo el futuro, que no son más que holgazanes, buenos para nada, al
servicio de las acciones de Morena, como “servidores de la nación”, convirtiéndose
en operadores electoreros en las regiones marginadas, pobres, olvidadas
-ahora por Morena- Ofertas cachavotos para el 6 de junio pasado.
Más dinero (dádivas) de
sus programas sociales (político/electoreros), Sembrando Vida, una simulación
de apoyo al campo, en donde personeros de la Transformación de 4ª, incendian,
destruyen, erosionan parcelas, terrenos fértiles privados, y aparece otra mafia
del lopezobradorismo ofreciendo “apoyo” (dinero) para rescatar los predios
dañados, sembrar árboles, abonar la tierra, depositar semillas, etc. a cambio
de entregar copia de su credencial del INE y comprometiéndose a votar el 6 de
junio todo por Morena.
Pero el cálculo falló y
en la elección López, T4a, secuaces, candidatos y el partido perdieron 14
millones de seguidores, de los que 2 años y medio atrás (2018) tenían 30
millones. Las mentiras, incapacidad, corrupción, ineptitud, inutilidad del
gobierno de la Transformación y el hartazgo del Falso Mesías causaron la
contundente derrota.
Pero vayamos a exhibir las
falacias de López Obrador que datan de 2006.
Al cierre de 2020,
existían en México 62 millones 300 mil compatriotas en situación de pobreza.
A marzo de 2021 la cifra aumentó a 67 millones, es decir esta decadencia
lejos de solucionarse, incrementó; es decir, la Transformación de 4ª no ha
sabido tocar fondo de esta vergüenza social.
Este primer dato real,
comprobable, lo da a conocer en su Informe trimestral el Instituto de
Investigación para el Desarrollo con Equidad (EQUIDE), de la Universidad
Iberoamericana, que dirige Graciela Teruel. Pero… no son guarismo equivocados,
pues el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL)
del gobierno federal registra que, en 2018, inicio del sexenio -fallido- de
López Obrador recibe como obsequio de Peña Nieto 52 millones 400 mil pobres.
¡Pero no habría que alarmarse, el señor López ya había adelantado que “primero
los pobres”, ¿solucionar o empeorar su situación?
Fue lo segundo, pues de diciembre
2018 a marzo 2021, es decir, 28 meses después, 840 días de gobierno de la
Transformación de 4ª, el número de pobres se incrementó 15 millones 400 mil
mexicanos (entre ellos millones de la clase media que tanto odia y vitupera El
Peje, desde sus mañaneras) para llegar a 67 millones de connacionales sumidos
en la marginación… ¿No que primero los pobres, Andrés?… ahora entiendo…
¡acabarlos!
Esa es su visión de
apoyar a los marginados. Pero la situación no es sólo esto. La línea de pobreza
extrema es más alarmante. Es la familia que sólo come una vez al día y si
es subempleado, pedigüeño o ronda las calles para obtener monedas, ese ínfimo
recurso no alcanza para adquirir los alimentos básicos para el hogar.
En esta línea López
Obrador recibió en 2018 a 9 millones 300 mil pauperizados. Al año siguiente y
el posterior (2020) la pobreza extrema aumentó a 16 millones 400 mil; esto es
más del 100 por ciento. Pero… con la información de EQUIDE, de la Universidad
Iberoamericana y del CONEVAL, para marzo de este año la catástrofe social de
marginación extrema acumula 18 millones 300 mil, en sólo 90 días de
2021, López Obrador mando a la ignominia a 1 millón 900 mil mexicanos… y
contando.
*Miembro de los Grupos
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