La UADY y la pandemia. ¿Está a tiempo? o ya para qué.

Marco Cortez Navarrete
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Por: Marco Antonio Cortez Navarrete.*

Ayer lunes 15 de noviembre, me dio gusto leer, en un “boletín” enviado por la oficina de prensa de la Universidad Autónoma de Yucatán que la Facultad de Medicina inauguró un Laboratorio de Rehabilitación Integrativo que se dedicará a la atención de personas con problemas post-Covid y que va -dice el texto- desde lo pulmonar hasta lo neurodegenerativo.

Un reconocimiento pues a Carlos Castro Sansores, director de la Facultad de Medicina, y quien por cierto forma parte del Comité de Expertos del Gobierno del Estado que analiza el comportamiento e impacto del coronavirus en Yucatán y con base en esto se determinan programas y acciones para enfrentar la situación.

Recordando que el primer caso de COVID en Yucatán se registró el 13 de marzo del año pasado y el lamentable primer deceso el 3 de abril también de 2020, a partir y desde entonces, hasta llegar ayer lunes 15 de noviembre de 2021 en Yucatán había un registro de más de 76 mil contagios y más de 6 mil fallecidos.

A lo anterior hay que señalar que en los últimos 26 días las cifras de descensos son menores de 2 dígitos y una gradual disminución de contagios.

En lo personal, considero que lo hecho por los gobiernos estatal y municipales, sobre todo el Ayuntamiento de Mérida, donde habita el mayor porcentaje de habitantes en la entidad, creó programas y estrategias para evitar que se disparen aún más los contagios y las muertes, muchas de ellas no agradaron pero eran necesarias.

El Ayuntamiento creó también toda una logística urbana y programas de apoyo como el del Colegio de Psicólogos que trabajó de la mano y de manera decida en acciones de atención a personas afectadas por los efectos de la pandemia. Este colegio entendió muy bien la importancia de la situación y puso todas sus capacidades al servicio, no del gobierno, sino de la ciudadanía.

Regresando al caso de la Facultad de Medicina, reiteró, la importante creación del Laboratorio de Rehabilitación Integrativo, pero según yo, honestamente, llega un poco tarde.

Según las cifras lo peor ya pasó (crucemos los dedos para que así sea) y los efectos post-Covid se han diseminado como pólvora en gente de todas las edades y condiciones sociales y económicas. Pero, bueno, nunca es tarde cuando la dicha es buena, dicen por allá.

Y así como el Colegio de Psicólogos y ahora la Facultad de Medicina, qué otras facultades y centros de investigaciones, entre ellos el Hideyo Noguchi ¿han hecho o hicieron durante la época crítica del COVID en Yucatán?.

Por cierto, hoy martes 16 regresaron a la UADY todos sus trabajadores académicos, administrativos y manuales, entre estos, claro, los investigadores incluyendo los de Ciencias Biomédicas, según oficio de Manuel Escoffié Aguilar, el encargado del manejo de los recursos que capta la universidad de los gobiernos federal y estatal y también de los recursos propios y además maneja también todo el aparato administrativo, es algo así como el segundo al mando de la UADY.

Pregunta ¿y los estudiantes?, en el oficio difundido por prensa no se cita nada de los estudiantes que son más de 26 mil. ¿Dónde están?, ¿Ya regresaron? ¿aún no? ¿cuándo y cómo?….etc. etc. etc.

Y, bueno, solo recordar que la UADY, hoy integrada por campus por áreas del conocimiento -obras de los ex rectores Raúl Godoy y Alfredo Dájer-, precisamente se crearon para una mayor capitalización de lo humano, lo técnico y conocimiento tanto en los procesos de formación de profesionales y especialmente para tener una más rápida y mejor respuesta a las necesidades de la sociedad que es, recordemos, a la que se debe la institución.

En estos campus hay uno en especial, el de Ciencias de la Salud, al poniente de Mérida, con experimentados profesiones en Medicina, Nutrición, Rehabilitación, Odontología, Enfermería (que tanta falta hace en esta crisis sanitaria) y de Química (otro tema fundamental para pruebas y diagnósticos, por ejemplo) y de manera especial la Unidad de Ciencias Biomédicas que cuenta con una estela de brillantes expertos en virología, bacteriología, genética, neurología, etc., etc., etc.

¡Cuánto aportaron o pudieron aportar!…ideas, proyectos, planes, opiniones, sugerencias, en fin, ellos, obviamente son los que más saben, pero duele ver, las contadas aportaciones o participaciones durante la crisis sanitaria. Eso si, hablamos de una universidad que en breve cumplirá 100 años de fundación y que no duda en ubicarse entre las 10 más importantes del país.

En fin, son otras épocas, otras administraciones, otros los dirigentes, y otros desde luego los intereses, no se si personales o políticos, pero para mí aquella institución que levantaba la mano antes que nadie, hoy brilla por su ausencia.

“Luz, Ciencia y Verdad”, lema que se acuñó en la administración cuando la UADY obtuvo su autonomía de Derecho en 1984 y que, siento, con el dolor de mi corazón, que lenta y gradualmente se diluye, se olvida, pareciera que todo lo hecho y alcanzado hay que borrarlo, quedando también en el olvido.

Qué lástima.

PD. Una pregunta: ¿Las y los profesores chinos del “famoso” Instituto Confucio ubicado en instalaciones de la UADY, continúan con la movilidad, es decir, ir y venir?. ¿Y, viceversa, los funcionarios de la UADY, siguen viajando con relativa regularidad a China o por el momento ya no?. Pregunto con el obvio motivo de la pandemia.

* Ex Jefe de Prensa y ex coordinador de noticieros de Radio, ambos de la UADY. Trabajador jubilado, con más de 30 años de servicio.

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