Por: Cristina Padín
De todas las palabras bellas que se pueden decir al gran
Juli en su retirada, y son muchas, creo que una de las más hermosas es la que se
coreó ayer en el lleno absoluto de la Plaza de Toros de Pontevedra. Quédate..
Juli, quédate…
Es muy emocionante escuchar a tantas almas cantando a la
vez: Juli, quédate!
Quedarse es todo. Uno donde es feliz quiere quedarse. Uno
jamás desea que se marche ese al que quiere. Quedarse, en un sitio tan acogedor
como Galicia, es todo. Es estar, ser parte de un hogar, importar, agradar. Es
sentir el afecto, recibir aprecio, es ovación…
Y Juli merece todo eso y mucho más. Por todo y por tanto.
Por poner en valor, de verdad, el esfuerzo y el sacrificio.
La fuerza de la familia. El luchar por un sueño. La disciplina. La verdad. La
clase. Ia humildad. El saber estar. Juli y su toreo y sus formas encierran una
lección magistral de mil cosas. Debiera estudiarse en las aulas…
En un mundo de frivolidad y postureo absurdo Juli pone lo
que importa.
A Juli. Gracias por tanto.
Manuela, Manoli, Julián.. qué días tan buenos
A julistas y al toreo
A Ale, un crack
A la Plaza de Toros de Pontevedra y su afición, una joya
A las etapas. Estoy trabajando en entender que tienen que
cerrarse
A mi Luis, con todo cariño
Al vino
A la verdad y la humildad
A Galicia: lugar acogedor y con valores, lugar libre y
respetuoso y lleno de emociones
A los llenos de la Plaza de Toros de Pontevedra, todos los
que he vivido me han encantado
Juli, aunque te vayas (y te lo mereces mucho) quédate…
aunque sea un poquito
