Hay veranos tan hermosos, tan llenos de luz y de color azul y blanco, tan parecidos a los lances de Morante que se aplauden en esas tardes de toros increíbles, tan aventureros como los barcos de piratas de los libros de la infancia, tan lindos en sus mañanas de pies en la arena de la playa, tan puros como la inocencia de los niños que juegan en el columpio, tan sabrosos como una copa de vino a la vera del mar, tan repletos de ritmo y de compás, tan dorados como dorada es la paz que regalan sus lecturas, tan taurinos que la vida se convierte en un abanico de quilómetros por las sendas de España (viva España), tan sorprendentes que en una magnífica comida con amigos de siempre se acaba aprendiendo a ordeñar cabras, tan veraniegos, tan llenos de música que suena en cada rincón, tan generosos en sol y sal, tan serenos como las estrellas que iluminan cada alba, tan sinceros como la verdad más bonita y auténtica, tan vivos, tan vividos, tan perfectos en sandalias y helados de avellana, tan narrados en miles de anécdotas, tan inmensos en alegría y ole, que son maravillosos!
Como homenaje a Tiempo de silencio
Dedicado a mi amiga Ana y su familia.
A Morante
A mi mago: vuelve, y el verano será talavantino, como lo han sido en todas tus temporadas..
A la gente de verdad
A mi hermana
A Santi Abascal
A mi Luis
A los veranos maravillosos, los que se viven
A mi perfecta abuela
A la gente que lee
Y a nuestras costumbres
A los niños buenos, que son los que se convierten en personas buenas..