Es sevillana.. es una calle en la que siempre han ocurrido cosas de belleza blanca y muy pura. Es sevillana, una calle sevillana, y su nombre es tremendamente sereno, tremendamente español, tremendamente sonoro. Una calle en el centro de la divina Sevilla, la que reza en abril, la que canta en junio, la que sueña en diciembre..
Cuentan que es la calle en la que vivió un niño, con sus hermanos… cuentan que ellos supieron hacerse hombres casi antes de ser adolescentes superando una fuerte adversidad, y que ahora son felices y muy nobles. Sobre todo muy nobles. Y muy felices! Cuentan que en esa calle hay árboles, farolas… bancos…
Y hay un banco. Un banco de esos en los que se sienta la gente a descansar o a beber agua o simplemente a darse un beso. Esa clase de bancos! En esa calle de Sevilla un hombre que habla muy bien y que habla la verdad, hablar la mentira es absurdo, una tarde soleada se subió al banco y estuvo contando cosas interesantes..
Es una calle y es de Sevilla. Como Morante, como la Maestranza. Hoy se duerme el mes de octubre. En el banco de la calle se ha sentado una señora, iba a llevar flores al cementerio. Más tarde, en el mismo banco, el banco, han descansado unos mexicanos. Hablaban de altares de colores, de pan, de respeto, de honra al que no está..
No es Halloween aquí, en México tampoco. Homenajeamos a los nuestros, a los que ya no están aquí. Pero están en nosotros..
Respetemos nuestras costumbres
Mi hermana me dijo que escribiera algo de ese banco
A mi familia
A mis amigos sevillanos
A mis héroes
A los bancos
A los que hablan la verdad, donde ellos deseen
A María y a Emiliano
A mi México
A mi Luis
