El General Cienfuegos, ciudadano libre

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El general Salvador Cienfuegos regresó a territorio mexicano el pasado miércoles luego de permanecer bajo detención por 34 días en Estados Unidos. El gobierno norteamericano decidió retirar los cargos presentados en contra del exsecretario de Defensa Nacional y no ha habido un consenso sobre el motivo de esta decisión, aunque los analistas coinciden en que representa una victoria para la diplomacia mexicana.

Cienfuegos fue arrestado el 15 de octubre en el aeropuerto de Los Ángeles junto a su familia, la cual fue liberada pocas horas más tarde. La captura fue solicitada por la Agencia de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés), quien señaló que el exsecretario había cometido delitos relativos al narcotráfico mientras encabezaba la SEDENA.

La noticia del arresto del general tomó por sorpresa a la administración de López Obrador, pues el gobierno estadounidense no le avisó de la investigación realizada ni de la detención. En un principio, el ejecutivo de nuestro país expresó que Estados Unidos no tenía la obligación de avisarle sobre los actos llevados a cabo en su territorio ya que son una nación soberana. No obstante, Marcelo Ebrard les manifestó días después a nuestros vecinos del norte el “profundo descontento” del Estado mexicano por su actuación.

La Fiscalía General de Estados Unidos acusaba al general Cienfuegos de tres delitos por producción, distribución e importación de droga a su territorio, así como cargos por lavado de dinero. Las pruebas principales con las cuales contaba el gobierno estadounidense eran mensajes que presuntamente intercambió el exsecretario con un narcotraficante.

La etapa preliminar del juicio ya había concluido y, un día antes de iniciar la parte principal del proceso, la fiscalía norteamericana confirmó que desistía de perseguir los señalamientos formulados. Explicaban que las consideraciones sensibles e importantes de política exterior pesaban más que su interés por perseguir al general. De igual manera, reafirmaron su disposición por procurar la relación entre ambas naciones y señalaron que dieron al gobierno mexicano las pruebas recolectadas en contra del antes acusado.

Marcelo Ebrard se ha presentado como el vocero respecto a este tema ya que organizó una conferencia de prensa para aclarar dudas poco después que se informara la decisión de Estados Unidos. Explicó que la decisión se tomó gracias a un acuerdo entre la Fiscalía General de la República y la Fiscalía General de Estados Unidos y que Salvador Cienfuegos llegaría al país en calidad de ciudadano libre sin orden de aprehensión, aunque estaría bajo investigación.

Esta fue una decisión sumamente inusual por parte de Estados Unidos, lo cual genera dudas sobre su motivación.

El Washington Post afirmó que el gobierno mexicano amenazó a la DEA con impedirle operar en su territorio si no se liberaba al general. Consideraba que de esta forma México demostraba poder ganar al jugar duro contra Estados Unidos. Si bien, esto explicaría el repentino cambio de rumbo, Ebrard dijo ante la prensa que la noticia era falsa.

También hay quienes interpretan esta maniobra como un síntoma de los recientes resultados de la elección presidencial. En su momento, la captura de Cienfuegos fue vista como un acto de Donald Trump para obtener votos antes de los comicios. Una vez derrotado, podría ser que ya no le fuese útil el proceso por lo cual decidió terminarlo. Igual se podría observar desde la perspectiva de Joe Biden como una acción encaminada a armonizar las relaciones entre ambos países antes de que entre en funciones.

Cuando se dio a conocer el arresto del general Salvador Cienfuegos, hubo críticas respecto a las pruebas que se tenían en su contra. El gobierno americano aseguraba tener conversaciones entabladas en un dispositivo BlackBerry entre el exsecretario de Defensa Nacional y un narcotraficante menor. Los expertos no podían concebir que el titular de las Fuerzas Armadas platicara directamente contra un criminal “de segunda” en un medio de comunicación no encriptado. Por lo anterior, una explicación de la decisión de Estados Unidos es que hayan considerado sus pruebas insuficientes y poco contundentes, por lo cual decidieron pasarle el juicio a México.

Por ahora será complicado dilucidar las razones del gobierno norteamericano para liberar al general Cienfuegos. Sin embargo, sí podemos afirmar que quien sale ganando es el Ejército mexicano, pues el juicio contra el general Cienfuegos tenía el potencial de poner en peligro la legitimidad de la institución.

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