Reflexiones en voz alta, por: Carlos Capetillo Campos.
carlos_capetillo@hotmail.com / @capetillo campos
Yucatán ha vivido unos días de intenso
calor. El termómetro ha marcado más de 40 grados en diversos municipios y en
Mérida la sensación térmica ha alcanzado los 45 grados.
Seguramente esto alcanza a las campañas
políticas que en el Estado se viven como en otros Entidades.
Los simpatizantes de unos y otros
candidatos discuten a veces a gritos y en forma fanática, haciendo a un lado
toda explicación razonada de los valores, debilidades y demostración de valores
personales que en el desempeño de sus funciones hayan acreditado.
Tal parece que es una campaña de odio,
dirigida especialmente al Presidente Peña Nieto, al que se culpa de todos los
males.
Desde los desaparecidos de Ayotzinapa
hasta lo que imaginación inspire.
El enredo de los bienes de Ricardo
Anaya, uno de los candidatos, se culpa al gobierno y al PRI de promoverlo, pero
independiente de quien lo promueva, lo importante es si es cierto o no, porque
no es cosa menor que una persona que aspira a dirigir a los mexicanos, pretenda
engañar a sus posibles votantes en un tema tan sensible para la población, como
lo es el enriquecimiento ilícito de un funcionario público.
Que José Antonio Meade no levanta porque
tiene una asesora de estrategias de comunicación, que lo asesora mal con toda
intención, tal como lo hizo con el Presidente Peña Nieto, y que su verdadera
identificación está con quien le dio su primera oportunidad en las grandes
ligas de la administración pública, el ex Presidente Felipe Calderón y solo así
se entiende que la estrategia de comunicación del gobierno federal sea un
fracaso.
Que si López Obrador ofrece cosas que
tuvo oportunidad de cumplir y no lo hizo.
Que, si acaba con la corrupción pues a
guardarse sus amigos y colaboradores, René Bejarano, Ponce, Eva Cadena,
Napoleón Gómez; dice que será transparente y le recuerdan que las cuentas de su
principal obra, el segundo piso, cuando estuvo al frente del Gobierno del
Distrito Federal, se mantienen en secreto y la línea 12 del metro contratada
por su carnal Marcelo, que costó mucho más de lo presupuestado y autorizado y
además hubo que gastar otra millonada para arreglarla y pueda operar.
Que jura lealtad, pero cambia de partido
político conforme no cumplen sus caprichos y lo hacen candidato, que es su
vocación permanente.
De los independientes, Margarita y ahora
el Bronco, pues ella es una mujer seria, pero con un enorme lastre del que no
se puede desprender y el Bronco le dará folclor a la campaña. El hecho de que
los de Nuevo León no quieren que regrese al gobierno, es una muestra de cuanto
lo repudian, pero además todos sospechan de las verdaderas razones de su
registro.
En fin, en medio de sospechas, críticas
y confrontaciones hasta de personas que se aman, amigos, familiares, vecinos,
vienen desarrollándose las campañas y lo mejor para México es que en los
debates muestren sus mejores cartas para que el electorado pueda comparar y
hacer la mejor selección.
México desde los 60 viene padeciendo
crisis recurrentes a pesar de del enorme talento de los mexicanos y de la
impresionante cantidad de recursos naturales que tenemos.
123 millones de personas que en lugar de
unir sus talentos, su energía, su actitud, los partidos políticos se han
ocupado de dividirlos.
Cada quien puede tener la simpatía que
deseen por el candidato que sea, pero hay que ver que nos guste o no, vivimos
un mundo interconectado, que las economías operan bajo una visión global y los
países más sólidos en su economía tratan de sacar toda la ventaja posible de
los llamados países emergentes, donde estamos clasificados, por lo que
necesitamos no sola la eficiencia tradicional y la honestidad que reclama toda
la población, sino ser más creativos para apoyar y desarrollar trabajos
suficientes y bien remunerados para que la robotización que día a día sustituye
al ser humano en trabajos de alto impacto, no genere un problema mayor. Y para
ello necesitamos un Presidente que conozca estos pasillos,
Te saludo cordialmente.