Por: Cristina Padín.
Y entonces amaneció en dorado y naranja.. y el frío era blanco, olía a nieve. Y ya era el nuevo año. Enero, con su manto de plateada luz y de anhelos renovados. Y aquel al que llamaban mago habló con Òscar y con Ale. Y ellos llamaron a Silvia y a María y a Emiliano… También a Grethel..
Sonaron las nueve en algún reloj de alguna parte… Una mañana de alma y chimenea.. Y aquellos amigos nobles escribieron postales a José María y a Luis, a Carlos y a sus hijos, a Ana y a su familia… y cartas envió también Boni, para Mónica, para Rocío, para Paty, para Isabel…
Todo era calma y villancicos. Sonaban de la Navidad los más bellos sonidos… Pablo se inventó un mensaje de arena, Julián unas palabras en verso, los hijos de Manuela recibieron dibujos de abetos, Santi escribió leyendas de historia, y al que decían genio le llegó una frase en una pandereta…
Y a Morante un pañuelo bordado!
Todo era un rosario de personas enviando buenos deseos…
Dedicado a este enero que empieza..
A cada persona mencionada.. sois geniales!
A las nueve de la mañana. Y a las diez..
A mi niño Luis
A Córdoba y Granada, que vivirán Navidad taurina, qué arte
A mi mago
A los buenos deseos
A los versos
A la gente que lee
Y a la gente que es buena… De verdad!
