Desde la azotea qué se ve, canta con su voz de terciopelo y corazón la magistral Niña Pastori: flamenco y sentimiento… Allí, desde la azotea, se veía todo perfectamente. Lo veía la vieja y rota ventana, mientras por la tarde pasaba el calor de julio, intenso y dulce…
Desde la azotea se veía en la casa blanca de la esquina a la señora Pura, tan pura de nombre como de piel, leyendo un libro sobre los cuentos en las homilias. Se veía a aquel chico que presumía de tan buenos modales, cogiendo dinero del cajón del sacerdote. Sin permiso, claro… Dime de qué presumes y te diré de qué careces..
Desde la azotea se veía a las niñas jugando, con sus faldas blancas volando al viento. Se veía a unos hombres pegando carteles por las calles, carteles que anunciaban mano a mano taurino: Morante y Pablo Aguado! Se veía a una mujer observando las dificultades de una anciana para llevar el agua a casa, sin ayudarla… Sin ayudarla…
Desde la azotea se veía todo. La vida. Tal y como es… con las sombras y las luces…
De la vida me gustan las luces. La sombra para refrescarme del sol.. y para los toros!
De Niña Pastori me gustan todos los temas!
Al flamenco
Al toreo
A mi cantante favorito
A mi mago: he acabado mi libro sobre ti!
A Morante
A Pablo Aguado
A Pablo. Sí! A ti
A las personas de ley
A las azoteas
A mi Luis
A Nuria, que me regaló un libro de cuentos en las homilias. Y a Santi
A morantistas
A aguadistas
Y a la gente humilde y sencilla