Editorial La Revista Peninsular
Esta semana estamos de fiesta en La Revista Peninsular pues celebramos un aniversario más de nuestra fundación. Semana con semana, desde hace treinta y dos años, nos esforzamos para brindar información veraz y análisis objetivos sobre la política local, nacional e internacional.
El futuro nos entusiasma, ya que representa un sinfín de nuevas opciones para compartir noticias, información y opiniones, siempre procurando conservar la esencia que nos ha mantenido en el gusto del público.
No hubiera sido posible construir esta trayectoria sin nuestros lectores, a quienes les agradecemos de sobremanera su preferencia por el semanario.
De igual forma, reconocemos y agradecemos a todo el equipo que labora en La Revista Peninsular, así como a nuestros escritores colaboradores, pues gracias a su calidad y profesionalismo permanecemos vigentes después de tres décadas.
No puedo dejar pasar un gran reconocimiento y mi total gratitud a quien concibió y fundó nuestro semanario, a don Eduardo R. Menéndez Rodríguez, pues con cada publicación, procuramos mantener la visión sobre la cual cimentó este proyecto: Ser una casa editorial que aplaude las virtudes de un Gobierno y nuestra sociedad, pero que señala sus defectos; sin indulgencias, sin arrebatos ni fanatismos, solo criterios apegados a la verdad.
Con objetivos tan claros y nobles, no es sorpresa que el medio informativo concebido por don Eduardo hoy sea una lectura imprescindible para la clase política del sureste mexicano.
Finalmente, me gustaría compartir el honor que siento de poder ser testigo y comentarista del desarrollo de nuestra historia; comenzamos con el huracán Gilberto en 1988 y hoy en el 2020 seguimos al pie del cañón, en medio de la pandemia del COVID-19, entre dos desgracias pero con un solo objetivo, servir a la sociedad como un instrumento informativo y de opinión.
Asimismo, es un verdadero orgullo que en nuestras páginas se ilustre el devenir de Yucatán en los últimos años, y cómo se ha ido convirtiendo en esa potencia nacional que es actualmente.
En este andar hemos logrado hacer muchos amigos, muchos de ellos con ideas completamente distintas a las que de alguna manera enarbolamos, pero siempre respetando su derecho a disentir y más importante, su derecho a ser publicados en nuestras páginas, sin más que esa obligación que tenemos de incluir todas las ideas, para enriquecer a nuestra sociedad y a nuestro México, esta es nuestra principal línea editorial.
De nuevo, por nunca ser suficiente, gracias totales por habernos acompañado en estos primeros treinta y dos años de vida, y por supuesto, esperamos que nos sigan favoreciendo con su atención, para recorrer ese camino que aún nos queda por ver, siempre a favor del engrandecimiento de nuestro Yucatán.