Sic Sac, por: Elda Clemente Reyes
A unos días de que concluyan las campañas es importante no
perder de vista el trayecto de la contienda, el rejuego y las estrategias de
los candidatos que vuelven el proceso interesante y en algunos casos,
desgastante. Lo importante es que el 6 de junio, las votaciones transcurran con
libertad y que los votos definan ganadoras y ganadores por la voluntad del
pueblo.
La legalidad, imparcialidad y los límites a los que hace
alusión la Ley Electoral, tendrán un papel crucial. De ahí, que el Instituto
Nacional Electoral (INE), como organizador de los comicios funja como el
árbitro capaz de impedir influencias ajenas a un proceso democrático y castigar
lo que salga del marco jurídico.
Aunque muchas voces han propuesto que su función sancionadora
sea trasladada a otra instancia de justicia, eso implicaría emprender una
reforma de fondo a la cual el sistema de partidos políticos, aún no está
preparado.
Un tema que siempre está presente en tiempos de elecciones,
es la sospecha de células criminales en el financiamiento de campañas y de
entrometerse en las candidaturas, como el caso reciente de la velocista
olímpica, Zudikey Rodríguez, candidata de la alianza Va x México en el
municipio Valle de Bravo, quien recibió amenazas de muerte y le pidieron
bajarse de la competencia por miembros de la Familia Michoacana. También, aspirantes
de Morena, Movimiento Ciudadano, PVEM y PT han sido blanco de malhechores.
El gobierno federal ubicó más de 64 víctimas de homicidio
relacionadas con asesinatos, agresiones físicas, balaceras, destrucción de
propaganda, presuntamente perpetrados por la delincuencia organizada. De ahí, la urgencia que los dirigentes, las
instituciones y la sociedad en general, trabajen en función de cómo evitar la
cooptación del Estado para perseguir intereses ilegales e individuales.
Es fundamental, emprender una labor no solo orientada al
interés del resultado, sino revalorar si en el caso de la Fiscalía
Especializada en Delitos Electorales (FEPADE), su actuación asegura el papel
preponderante que está llamada a desempeñar para perseguir y prevenir las
conductas que más preocupan durante las elecciones y si cuenta con las
herramientas necesarias para poder hacerlo, frente a los actores externos que
amenazan la organización de las elecciones y la participación ciudadana.
Aunque Campeche no figura en la lista de los estados con
mayor riesgo de sufrir actos de violencia auspiciados por el crimen organizado,
no podemos bajar la guardia. Uno de los grandes retos de las autoridades
electorales y corporaciones de seguridad, será garantizar la limpieza de la
jornada. Es una tarea complicada pero no imposible.
El 6 de junio, será un día complejo, en medio del temor por
la pandemia. Nos toca a los campechanos salir a votar con valentía, defender
ese derecho y con nuestro voto elegir los mejores proyectos, en pocas palabras,
imponer la agenda. Sin miedo, que la jornada será larga.
Fin de la partida
secreta
El Congreso de la Unión aprobó la reforma al artículo 74
constitucional, logrando la desaparición de la “partida secreta” en el
Presupuesto de Egresos de la Federación. Se trataba de una erogación opaca y no
cuantificable, que los ex presidentes ejercieron de manera exclusiva, directa y
discrecional. Lo cual, significa un paso adelante de la transparencia y la rendición de
cuentas.
