A un año de las elecciones.
Por: Francisco López Vargas.
Vaya escándalo que trae Morena con su delegado en Tláhuac y vaya que Andrés Manuel López Obrador lo ha manejado mal y todo mientras sus aspirantes al gobierno capitalino hacen una precampaña para hacernos creer que habrá una consulta y no será candidato el que elija el dedo del tabasqueño.
El ya candidato de Morena salió a decir que las evidencias de que su delegado esté vinculado con el Cártel de Tláhuac no es más que la reedición de ese golpeteo a Delfina porque “están nerviosos por cómo estamos creciendo”.
Al mejor estilo priista, Andrés no vacunó a Morena diciendo que van a evitar que sea cooptada por el narco sino que, como los gobiernos del PRI, hasta que no haya orden de aprehensión contra sus militantes los dejan de defender aunque si fingen demencia de esos vínculos.
Lo más preocupante es la manera como el delegado de Tláhuac armó con “El Ojos”, una red de presiones, de asesinatos, de colaboración que hasta el hermano del delegado asistía coordinando los moto taxis, esos que servían para el reparto y para el “halconeo”.
Nos dice el delegado, en una joya de declaración, que al exhibirse su casa en El Universal –tiene casi 7 mil metros cuadrados el pequeño predio- ya sabrán donde vive y por ello no podrá hacerlo más en ese domicilio que negó sea tan grande.
Y dijo otra joya: es peligroso vivir en su delegación pero él no sabe, ignora cómo llegaron a su nómina delegacional no uno, dos o tres sino cinco parientes y vinculados con el que sería su cómplice en la distribución del delito en esa representación.
Las declaraciones del delegado evidencian como se gobierna bajo el signo de Morena, pero mientras eso pasa los también delegados Claudia Sheimbau, Ricardo Monsreal y Martí Batrés se pasean por los medios confrontando su visión de la ciudad capital proponiéndose como sus gobernadores para los comicios de 2018 cuando piensan ganarán lo mismo que su jefe la presidencia de la República. La decisión, dicen, se tomará con base en una encuesta. ¡Cómo no!
Sin embargo, las evidencias que asemejan el caso de Iguala, de los desaparecidos de la Normal Rural, involucrarían a Delfina Gómez quien fue la responsable de coordinar la campaña de José Luis Abarca y cuya esposa es hermana de los narcotraficantes más buscados de Guerrero. Ni quien se haya espantado por ello.
El delegado como Andrés Manuel y su equipo no vieron que había dinero del narco en esa campaña, en esa demarcación y en ese gobierno.
Pero como los narcos no han tenido más remedio que dedicarse a ello porque el gobierno no les ha dejado opción, pues son pueblo bueno y al pueblo bueno no se le censura y sí se le aceptan sus donativos. Pobres, los hacen con un esfuerzo…
Y así están los huachicoleros, los narcomenudistas, las tienditas del clandestino, en fin. Todos pueden ser votantes, ¿no? Y además pueden caerse con su cuerno y pues no se les desprecia.
Eso es inteligencia, eso es ser solidario con el negocio personal que significa Morena y con la manutención de toda la familia López Beltrán y la nueva de López Obrador.
Después pues se hizo a Julio César Godoy como diputado sin importar que estaba vinculado con la Tuta. De esos 25 millones que le dieron, pues algo que quede para el partido y Alejandro Encinas de comparsa metiendo de contrabando para tomar posesión al presunto narco que, se demostró, lo es y así darle fuero y posibilidades de fuga. Hoy, está desaparecido.
Esos casos no son como el de Eva Cadena, más bien se parecen a los de Bejarano, a los de Ponce, a los de Ahumada…
En Mérida
Pues me dicen que el PAN meridano ya tiene candidata más que pactada: Cecilia Patrón Laviada lo será y que es un acuerdo ya entre Mauricio Vila, ya definido como candidato a gobernador, y Renán Barrera que será postulado para otro cargo de elección popular precisamente para evitar que la afectación del revés de la corte por el caso de las luminarias le pueda pegar negativamente al partido.
En el PRI, por lo que toca, vaya que hay tiradores desesperados por tener presencia: el secretario de Gobierno, Roberto Rodríguez Assaf, anda en franca propaganda y mostrando los logros del gobierno; el secretario de educación Víctor Caballero Durán no deja de repartir becas y demás, sobre todo aprovechando este inicio de clases por venir.
El que tampoco descansa es Pablo Gamboa Miner, no vaya a ser que se le haga y eso que nadie sabe si va a la alcaldía o a la gubernatura. Mauricio Sahuí tampoco para aunque sabe que no depende de él el encargo y Panchito Torres no deja de abrazar y cargar chiquitos viéndose ya en otra posición.