Sic Sac, por: M.A. Elda Clemente Reyes.
“El amor se
cosecha y la amistad se cultiva”. Elda Clemente
La
pandemia del COVID-19 vino a revolucionar nuestra vida cotidiana. Transformó el
tiempo y el espacio en nuestro principal refugio de sobrevivencia, pero nunca
ha podido cambiar el sentimiento universal del amor y amistad.
Desde el
año 498 D.C. se celebra el Día de San Valentín y aunque ésta celebración lo han
mercantilizado, el motor principal sigue siendo el enamoramiento, la lealtad en
los afectos y los detalles.
Según
Mario Benedetti “Todos necesitamos alguna vez un cómplice, alguien que nos
ayude a usar el corazón”.
Durante la epidemia
hemos visto partir amigos y seres queridos que fueron sorprendidos por esta
enfermedad que no respeta edades ni credo. El impacto del Coronavirus ha sustituido
el contacto físico y las relaciones sociales que ahora se entretejen a través
de monitores, mensajes de texto y comunicación online, provocando la soledad.
A pesar del
reto que esto implica, el amor y la amistad sobreviven frente a la crisis
sanitaria, que nos hizo valorar no solo el cariño en la familia sino también el
aprecio sincero, franco y desinteresado por encima de ambiciones e intereses
personales.
Amor y amistad
son conceptos exclusivos, inamovibles e intercambiables. El primero, no deja de
ser el trago dulce o amargo, que tarde o temprano terminas bebiendo, el segundo,
siempre busca la manera de coexistir aún en los ambientes más hostiles. En
ambos, se anida una química que une dos piezas compatibles que encajan
perfectamente, una puede ser tu media naranja y la otra tu mejor amiga (o),
aunque el día menos pensado presentan síntomas de agotamiento.
Hoy, tenemos los mejores camaradas
mañana quien sabe, hasta la simpatía tiene fecha de caducidad. El mayor desafío
es proteger los amigos de alta calidad, los verdaderos y los que dejan huella,
no los que la ocasión pone en el camino.
La
cuarentena obligó la falta de contacto fortaleciendo el distanciamiento, tendremos
que dedicar tiempo para reconquistar la forma de convivencia que ha cambiado
drásticamente. Afortunadamente hay otras actividades que también activan los
centros de placer del cerebro, muchas de ellas, se pueden hacer en aislamiento,
como, por ejemplo; escuchar música, caminar por el parque, crear cosas nuevas,
escribir un poema, aprender algo nuevo, etc.
Esta fecha nos ayuda a tener un buen
pretexto para demostrarles a las personas que estimamos nuestro apego y externarles
nuestras emociones, adoptando las nuevas reglas del juego aunado a los protocolos
sanitarios.
Celebra
el 14 de febrero, sin gastar tanto dinero, con creatividad, hasta un libro
puede ser un bonito obsequio. No olvidemos que el amor y la amistad superan
cualquier adversidad cuando se pone de por medio el corazón y los sentimientos.
Hoy, conviértete en un ángel
para el afligido, en una estrella para el que sueña en grande y en un faro de
luz para el que vive en la oscuridad, compartiendo lo más importante, la fe y la ilusión.
Feliz Día de San Valentín.
Presidenta de #SoyGenteDelPueblo
Integrante de Comunicadores y Emprendedores A.C.