Al bosque de la verdad se acercó un hombre bueno. Se extendían terrenos verdes y muy frondosos, trinaban toda clase de pájaros y la vida se hacía viva y sana en cada esquina.. Corría el rumor de que el que no era puro de corazón no atravesaba aquellos lares. Aquel era un hombre bueno, leal, ojedista y de mirada aficionada, generoso y creyente. Y el bosque habló y le mostró su sonrisa..
Al bosque de la verdad se acercó un tipo de ley, un ser de palabra serena. Amanecía en dorado y aroma, naturaleza y esencia. Era él un hombre con la sinceridad en la piel, la lealtad en el corazón y en el corazón de su pueblo y el de sus abuelos, la entereza y la fuerza en los ojos nobles. También sentía el latido taurino… Y el bosque habló y le mostró su afectuoso saludo…
Al bosque de la verdad se acercó un… Uy, no! Los que iban con la mentira no podían entrar allí, el bosque se tornaba áspero y agresivo…
Viva la verdad!
Escribí este cuento porque estaba hablando con un amigo de El bosque animado, y me inspiré..
Dedicado a los dos protagonistas del cuento, a uno le adoro
Al jefe
A la verdad
A Luis
A Àngeles, que lee mis libros y los disfruta
A los bosques
A las gentes especiales a las que regalo El bosque animado
A las personas de ley!