PlayStation 5. Sólo mencionar su nombre hace pensar en un apartado visual de auténtico escándalo, tal vez -y ahora sí- un nuevo rediseño del ya clásico DualShock y por supuesto grandes juegos. No han sido pocas las veces que se ha hablado de PlayStation 5, ya sea debido a posibles menciones por parte de la propia Sony o bien de manos de los analistas.
Precisamente estos últimos tienen firmes convicciones de que la sucesora de PS4 llegará en 2019, pese a que para muchos jugadores pueda suponer una faena tras adquirir PlayStation 4 Pro, la máquina más potente por ahora de Sony. Sin embargo, el lanzamiento de PS5 en un par de años de no es nada descabellado.
Varios analistas vinculan directamente a la nueva consola con el auge de las televisores 4K. Las ventas de este tipo de TVs comenzaron a despuntar el pasado año, gracias a propuestas tan conocidas como el llamado Black Friday y otras puntuales. A lo largo de 2017 no es difícil encontrar modelos que ronden los 400 euros, mantengan las medidas estandarizadas de 42 pulgadas para la mayoría de salones y por supuesto ofrezcan una calidad de imagen increíblemente superior a la de una televisión FULLHD.
Los meses restantes seguirán siendo muy importantes para dicho mercado, a buen seguro cruciales, mientras que 2018 podría suponer que las televisiones 4K se encuentren en la cresta de la ola. Sony quiere estar ahí para entonces, de la misma manera que lo hizo con PlayStation 3 con las pantallas HD Ready y FULLHD. Con PlayStation 5 en 2019 la compañía japonesa estaría pues en el meollo del asunto con una tecnología de sobra para superar a sus rivales y proclamarse (por ahora sobre el papel) como vencedora a nivel de potencia.
