La crisis que viene

José Francisco Lopez Vargas
José Francisco Lopez Vargas
Sígueme en redes sociales:

Claroscuro, por: Francisco López Vargas.

Ricardo Anaya ha acreditado con toda su esencia como político: no tiene escrúpulos, no tiene moral y es quizá el más pragmático de su clase y de su partido. Enriquecimiento ilícito, abuso de poder, excesos en sus gastos, opacidad en su gestión al frente de su partido. Anaya bien podría ser militante del PRI en tiempos de Roberto Madrazo y no necesariamente porque Margarita Zavala se haya ido del partido, que la cobijó 33 años, su conducta va a cambiar.

Esta semana que termina le anunció a Ciro Gómez Leyva, en su noticiero de la mañana, que acudiría ante un juez ante las que llama calumnias de El Universal y califica como una andanada promovida desde el gobierno federal. Sin embargo, las operaciones resultan, al menos, sospechosas.

Anaya ya dio muestras de lo que es capaz: defenestró a su maestro, a su promotor y a su mentor para que nadie le regateara el poder, ese que no se comparte, pero no sólo lo acabó sino que lo hizo a un lado y lo acorraló hasta mandarlo a Chihuahua como secretario de Gobierno de Corral Jurado; ha liquidado a todos sus adversarios y su brillantez llamó la atención hasta que abusó de ella o, de plano, siempre la usó para sacar provecho propio.

Su brillante argumento contra Manlio Fabio Beltrones en Televisa le permitió, en lo que sería la cúspide de su ascenso, mostrarse como un líder natural y con las certezas de una victoria que refrendó en los comicios del año pasado.
 
Empero, la ética y los principios no forman parte de la conducta de Anaya. Un dirigente de partido tiene la obligación fundamental de garantizar a cada uno de sus miembros, de sus militantes, no sólo un trato idéntico sino también de evitar ser juez y parte de los temas a discutir. El líder, deja su palabra como fiel de la balanza, pero no actúa para beneficiarse. La comparación con Roberto Madrazo al frente del PRI es más que exacta.

A su vez, Margarita Zavala a su vez tenía el derecho a salirse de un partido donde por más de dos años se le negó la opción del diálogo. El argumento de que el PRI usa a la esposa de Felipe Calderón para golpearlo y debilitar a su partido desvía la atención a su conducta.

Para él, la justificación de sus argumentos está en que hay una embestida en El Universal y una andanada de quejas de Zavala porque el PRI usa a ambos como elementos de golpeteo contra su persona toda vez que se negó a refrendarle su apoyo para el pase automático del procurador general de la república como primer fiscal para la nación.

Anaya no ha podido acreditar sus bienes ni sus ingresos, no puede justificar su estilo de vida en Atlanta ni sus viajes más que caros para visitarla, pero también se niega a definirse como aspirante y menos a justificar ese patrimonio. Anaya está acorralado aunque el se vea fortalecido por tener el control del PAN.

En Yucatán, falta ver que tanto pegará la renuncia de Margarita. Renán Barrera es el personaje más cercano hoy del líder nacional del PAN y precisamente por ello peligra su aspiración a la gubernatura o a un cargo de elección popular en Mérida. Anaya podría llamarlo para acompañarlo en su candidatura por el Frente si es que, como todo indica, el sería su abanderado.

Con lo anterior, Mauricio Vila podría tener el escenario más nítido aunque él definirá si se queda en el ayuntamiento –lo que parece imposible- o si lo deja para ser candidato a la gubernatura.

Entre los simpatizantes de Margarita en Yucatán no se ve que haya una desbandada. Sus promotores y la gente que le lleva su campaña seguirá en el partido y desde él podrían hacer una labor de zapa que nadie vea pero que se note en los comicios del 2018.

En el PRI pareciera que las cosas están más claras: Mauricio Sahuí aceptó que desea ser el candidato del PRI al gobierno local y que está considerando renunciar a su cargo para cuando el partido decida que son los tiempos y que habría que hacer campaña interna, si la hubiera.

En el otro frente, con más edad, estaría Jorge Carlos Ramírez Marín que, como ya explicamos, tendría a su favor el conocimiento de todo el gabinete presidencial al haber formado parte de él, pero así como lo bajaron de la contienda con Ivonne Ortega, lo mismo podría pasar si su partido lo necesita para la campaña de su abanderado presidencial no sólo para representarlo en el INE sino también para la defensa de los comicios, lo más complejos que podrían preverse.

No es incorrecto que ambos y los que se sumen, expongan su pretensión de ser candidatos. En el PRI eso lo definirá, lo dice la tradición, quien sea el candidato presidencial en un acuerdo que sostenga con quien será el responsable de los comicios locales: Rolando Zapata Bello.
Aquí, sólo faltaría ver, pero es muy pronto para ello, el peso político que tendrían los candidatos, su valor electoral y la preferencia electoral de los yucatecos. Sin embargo, el escenario político aún está por definirse y ojalá no haya pasiones desbordadas y menos, porque así sucede, que sean los operadores los que den al traste cualquier pretensión de los aspirantes.

José Francisco Lopez Vargas
José Francisco Lopez Vargas
Sígueme en redes sociales:

No quedes sin leer...

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Advertisement -spot_img
- Advertisement -spot_img

Lo último