Sobran los motivos, por: Jordy R. Abraham Martínez
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Los humanos aspiramos a sentirnos identificados. Ante esta necesidad, desde luego, impera la convivencia entre pares, dando pie a la estructura social. Sin embargo, también buscamos la interacción con otros seres vivos, que nos hacen más amena la existencia, y de los cuales, se pueden aprender muchas enseñanzas.
Los animales han acompañado a la humanidad, a través de los milenios. Desde épocas remotas, ya había un gran aprecio hacia la fauna. En muchas civilizaciones, tanto antiguas como modernas, se rinde un particular respeto hacia diversas especies del reino animal. No es asunto menor, ya sea por su imponente semblanza, o por su cautivadora belleza, la admiración humana hacia numerosas especies, siempre ha estado latente.
La naturaleza no deja de asombrarnos permanentemente. Lo mismo ocurre con el mundo animal e incluso hay quienes dedican toda una vida a estudiar la zoología para comprender cada vez más sobre estos seres. Cada año, los científicos logran descubrir nuevas especies, así como asimilar de mejor forma algunas conductas animales.
Un punto coyuntural de la historia de la humanidad, se dio cuando las personas pudieron domesticar a algunas creaturas de la fauna. La máxima expresión de esto, la disfrutamos en la actualidad, con la posibilidad de contar con mascotas. Ya sea un perro, un gato u otro animal, estos seres se tornan una parte fundamental de nuestras vidas, pues se desarrolla un afecto recíproco.
En este sentido, el trato que les damos a los animales, es reflejo de los valores humanos más elementales. El ejercicio de actos de crueldad hacia ellos, es inadmisible. Estas conductas son alarmantes, pues hablan de la poca sensibilidad de algunas personas agresivas. Si hay violencia dirigida hacia los animales en una comunidad, no nos debe extrañar que haya una degradación de la armonía en esa propia sociedad.
Varios filósofos a lo largo de los años han resaltado la relevancia de dignificar la convivencia con los animales. Incluso Esopo escogió a estos seres, como protagonistas de sus fábulas. Hay diferentes cualidades que pueden ser observadas en las especies del reino animal.
No basta con erradicar el maltrato directo a los animales, sino que debemos de ir más allá en esta causa. La destrucción de su hábitat ha sido devastadora para su supervivencia. En los últimos cien años han desaparecido muchas especies a consecuencia del daño que ocasiona la humanidad con la deforestación y la contaminación.
Así, las autoridades gubernamentales deben reforzar el trabajo que ya realizan para crear políticas públicas en pro de la protección de las reservas naturales. En el mismo orden de ideas, las empresas deberán cuidar el medio ambiente para preservar la vida biológica de su entorno. Así mismo, los ciudadanos debemos participar activamente para generar un criterio adecuado referente a la convivencia con la naturaleza, incluyendo a las demás especies vivas.
Debemos reconocer que hay trabajo que hacer para concientizar a la población sobre el valor de la vida de los animales. Asumamos la responsabilidad de dar cuidado a estas especies, que son parte del mundo en el que vivimos. Apartemos el egoísmo que nos deshumaniza, al pensar que la única vida a tomar en cuenta, es la de los humanos. Construyamos un modelo de pensamiento sólido a favor de toda existencia vital.
