Editorial La Revista Peninsular.
Enero se caracterizó por la cantidad de acontecimientos relevantes que sucedieron durante sus treinta y un días. Al darme cuenta de que la expulsión de la embajadora de México en Bolivia, tras la controversial visita de Evo Morales a nuestro país, ocurrió hace poco más de un mes, me di cuenta de la necesidad de tomarnos un tiempo para digerir lo que ha sucedió en las primeras semanas del año.
A pesar de que hubo bastantes eventos dignos de mencionar, los medios se saturaron por noticias de mucho ruido, pero poco fondo; de estas noticias, las de mayor difusión se referían a comentarios versados por nuestro primer mandatario, Andrés Manuel López Obrador. Estos comentarios, como que si el Tren Maya será subterráneo contra toda lógica, si el avión presidencial se rifará, o si se eliminarán los “puentes” vacacionales, solo sirven para distraer a las personas de lo que en realidad importa.
Importa, por ejemplo, que el país se encuentre inmerso en una crisis económica por el nulo crecimiento del año pasado, y que los pronósticos indiquen que este año será peor. También, que millones de mexicanos estén en estado de vulnerabilidad por la incapacidad del gobierno para impartir servicios de salud pública, ante la irresponsable implementación del Insabi. De igual manera, que Morena presente una reforma judicial sentenciada al fracaso por los jurisconsultos, y que ésta atente contra la garantía de Derechos Humanos por el exceso de discrecionalidad que se le otorga a la autoridad. Sobre estos últimos (Morena), al presidente le importa que los mexicanos no se enteren que el partido está en crisis política por la destitución de Yeidckol Polevnsky, y su subsecuente objeción ante las autoridades electorales.
No podemos olvidar a las caravanas de migrantes provenientes de Centroamérica que se movilizaron este mes, ni la represión por parte del gobierno federal, mediante la Guardia Nacional, de la que fueron víctimas; sin embargo, a diferencia de lo listado en el párrafo anterior, a presidencia le interesa que se difundan las acciones en contra de los migrantes, porque según datos de encuestas de El Financiero, la mayoría de los ciudadanos están a favor del uso de la Guardia Nacional para detener a los centroamericanos. Independientemente de la opinión de la mayoría, las acciones del gobierno contravienen las leyes nacionales e internacionales en materia de migración y Derechos Humanos, por lo que se debe señalar el indebido actuar de las autoridades al violentar los derechos de las personas que buscaban transitar por el país.
Por otro lado, México se conmocionó ante la tragedia ocurrida en el Colegio Cervantes en Torreón, Coahuila, donde un niño de once años mató a balazos a su maestra, hirió a sus compañeros, y se suicidó. Asimismo, nos unimos en solidaridad ante los afectados por los múltiples terremotos que azotaron al país en días pasados.
No todo ha sido oscuridad en México durante este mes, hay que reconocer el esfuerzo que se hizo en la Ciudad de México para prohibir las bolsas de plástico de un solo uso, y así crear un precedente a seguir para los demás estados y contribuir a la lucha en contra del calentamiento global.
En el contexto internacional las cosas no estuvieron más tranquilas. Observamos eventos que nacieron y murieron en enero, como el conflicto bélico entre Estados Unidos e Irán que se desató en territorio iraquí, pero que se mitigó antes de que escalara a dimensiones devastadoras para el orden internacional. Asimismo, fuimos testigos de sucesos que arrastramos del año pasado y seguirán siendo vigentes en los próximos meses, como los incendios en Australia. Otro tema que seguirá siendo vigente en los próximos meses, y ha dominado los encabezados de este último par de semanas, es la propagación del coronavirus, que surgió en China y ya se encuentra en más de veinticinco países. Igualmente seguirá siendo vigente el Brexit, que inició oficialmente el último día del mes de enero, y su periodo de transición, y las consecuencias que provoque, estarán en boca de todos en los próximos meses.
Todo esto ocurrió en los primeros días del año, y creo que si no nos acostumbramos a darnos un tiempo para asimilar lo que sucede en el mundo, la historia se escribirá más rápido de lo que podemos atestiguarla.