Si el toreo, como algunos afirman, importara nada, o tuviera que desaparecer, Manolete no estaría vivo en corazones y pensamientos setenta y dos años después de su muerte..
El niño que pensaba así admiraba mucho a las personas que hablan bien. Y a las que piensan bien. Le contaron de Linares, de la tarde aquella, del cartel y de…
Le contaron y escuchó. Escuchar es saber! Y, con diez años, decidió homenajear al siempre eterno Maestro. Escribió un pequeño cuento y lo repartió…
Lo repartió por todo su pueblo. Pagó él de su bolsillo las fotocopias. Era un chiquillo muy generoso. Le habían dicho que desconfiara del tacaño…
Y del que no aprecia el vino!!
Y, con la satisfacción de haber enviado un beso al cielo al Eterno Manolete, se marchó a Linares. Con su abuelo, grandes los abuelos! Grande el cartel!
Morante, Manzanares, Pablo Aguado…
(Me parece muy majo el niño del cuento)
A los niños. A mi Hugo y a mi Pablo
A Pablo y a Pablo Aguado
A Morante y morantistas
A las personas que hablan bien
A José María Manzanares
Al toreo
A Luis
A los que escuchan..
..a los que son generosos..
..a los que aprecian el vino
Y a la gente de verdad