Por: José Luis Novelo Ayuso.
Si bien es cierto que las raíces y origen priísta de AMLO pudieran definir un estilo centralizado de poder entorno a su figura, también lo es que en aras de disfrazar su autoritarismo en un populismo mediático ha permitido para algunos de sus colaboradores todas las facultades y privilegios, mientras a otros los trata con desdén y limitándoles las atribuciones propias de sus encargos; esto viene a colación a raíz de las inusuales renuncias que gente cercana y no tan cercana al Presidente, le han presentado en menos de un año.
En gobiernos anteriores, la lectura inmediata era la falta de liderazgo e incapacidad de controlar al gabinete, hoy se ven como diferencias pequeñas con el Gobierno Federal bajo el argumento de que primero la Cuarta Transformación del País y luego los individuos, cuando en realidad las discrepancias que se tienen son insalvables y lo que en verdad están haciendo es bajarse del barco de la transformación que se le prometió a México y los Mexicanos, las renuncias, bastantes por lo cierto, del nivel que fueran, no dejan de ser significativas ya que han abarcado a 2 Secretarios, 2 Subsecretarios y Directores Generales, entre ellos el del sostén de la Seguridad Social del País, la del Director General del IMSS.
Es momento de que el Presidente tome verdaderamente las riendas del País, no puede ni debe permitir, porque en nada nos beneficia como Estado; que se observe como si la Nación se le estuviera desintegrando y desvaneciendo entre las manos, ningún ciudadano del Partido o latitud que sea, desea que al Gobierno y al Presidente les vaya mal, les va mal a ellos y nos va mal a todos; por ello el Presidente debe actuar con determinación, debe fijar el rumbo, debe capitanear la nave y sortear lo que pueden ser y seguramente serán, numerosos problemas para el País en materia económica, social, laboral y de salud, AMLO está a tiempo de ser lo que toda su vida ha querido ser, orgulloso descendiente de los grandes próceres mexicanos, como estoy seguro cualquiera de nosotros lo quisiera ser, la diferencia está en que él puede porque tiene al País en sus manos; los más de 26 millones de mexicanos que no votamos por él, sentimos que es imperativo que lo haga para reconocerle lo que pueda y deba hacer por el bien de México, pero también señalarle y pedirle que rectifique lo que no esté bien hecho para el País.
Las renuncias en su gabinete son señal de alerta, en un semáforo es de color ámbar, haga lo suyo Señor Presidente para que este regrese al verde, al color de la esperanza y del México fértil, tome las riendas de su gabinete y permita opiniones y sugerencias diferentes a las suyas para que usted tome mejores decisiones, no las rechace en automático porque no surgieron de usted y de lo que cree; la diversidad y la aceptación de ella, también pueden unirnos y permitir crear grandes cosas para el País, si lo suyo es estar en contacto con la gente, encabezando grandes eventos populares, siga haciéndolo y escuchándola, pero también permita que los que saben administrar, los que saben gobernar lo hagan por el bien de México, lo hagan por el bien de su gobierno, lo hagan por todos los mexicanos; de diferencias y desencuentros el pueblo ya no quiere saber, lo que quiere, es saber de resultados y que las medidas que se tomen se sientan en su bolsillo y poder adquisitivo; AMLO tú tienes la decisión, tú tienes la brújula en tus manos, reoriéntala; en el argot beisbolístico, el partido no se acaba hasta que cae el out 27, has que caiga a favor de México. ¡Es Cuánto!