.en un lugar con nombre de valle y forma de pueblo entre montañas un niño jugaba a ser héroe mucho antes de ser hombre. Como el torero de siempre, el de ley: el que dibuja a su seda lances de hierbabuena. Como el mejor de los conquistadores. Como el ser que es bueno, y si tiene cinco comparte seis.
Si la historia del niño fuera un cuento en sus párrafos habría muchas aventuras: espadas y piratas, castillos y hadas. Dicen que, como en todas historia que se precie, habría una bruja malvada! Una tarde el niño querría atravesar un puente para ir a cumplir una misión. Pero le habían dicho que eso era imposible. Necesitaba que se abriera un cofre!
El cofre detectaba la mentira. Formulaba una sola preguntaba a todos los que deseaban su apertura, y nunca nunca nunca se abría! En aquel lugar remoto la mentira era compañera de viajes. Cuentan que el niño se acercó al cofre sin miedo, y que respondió con temple a la pregunta. Se le hizo otra. Y otra. Y una más! Cuatro preguntas…
Y que el cofre se abrió y susurró: por ahí camina la verdad absoluta!
No sé.. si esta narración fuera un cuento tal vez el niño se hiciera adulto y siguiera siendo un héroe de ley. Como un torero en el ruedo. Como un Quijote actual! El que sigue la senda de la sinceridad no suele perderla!
Dedicado a los héroes de ley. Hay muchos. Algunos son mis amigos..
Al toreo
A Pablo Aguado, mucha suerte hoy
A Pablo
A Luisito
A los Quijotes actuales
A los niños buenos
A los cuentos. Los cuentos son tan tan tan importantes..
