Si el protagonista fuera Andrés Hurtado muy seguramente serían las ocho de la mañana de un día de octubre. Si fuera Morante de la Puebla tal vez serían las nueve de la tarde del mes de mayo en las marismas. Si fuera el hombre que sabía lo que hay que hacer, y además sabía cómo hacerlo, serían las seis y media del amanecer…
Ese hombre, que sabía hablar con la verdad y que de verdad dibujaba cada palabra que decía, era madrugador y honesto, honesto y sincero, sincero y taurino, taurino y de Talavante, de Talavante y morantista, rey del arte, arte y Morante. Era un hombre de copla y verso, verso y rezo, rezo y misa, misa los domingos. Domingos de toros!
Serían las ocho de la mañana de un día del mes de mayo y el hombre que hacía las cosas bien y que soñaba las cosas mejor caminaba por una calle blanca como la pureza pensando con alma y fe. Era soñador de lo bueno y lo nuestro. Heredero del bien, amigo de la bondad, hermano de la nobleza, y un tipo con afición!
Viva la gente buena
Dedicado a las personas que saben hacer las cosas bien
A mi mago. Vuelve, por favor!
A Morante
Al jefe
A mi Luis
A mi amiga Rosario: feliz cumpleaños
A mi amiga Ana, que lo hace todo bien
A Carlos
Al fantástico Blablacar de hoy: Ricardo, un tipazo!