Era martes. Martes en Madrid, en Las Ventas y en toda España. Toreaba el mago en las arenas con las que tanto sueñan los toreros! Regresaba Alejandro al albero venteño.. y la magia acariciaba la esperanza.
.. cuando Cervato salió todavía no eran las ocho. Ale en las luces de su majestuoso vestido iba soñando lo que iba a ir haciendo. Y lo hacía, y lo hacía… y enamoraba afición y pestañas y sueños. Ole Ale ole…
Cuando cayeron los dos pañuelos blancos la pureza de Alejandro conquistó la Puerta Grande madrileña. Saldría, en hombros, un niño de mirada pura muy hombre con la muleta y celestial ángel en su torear…
Y hoy, ocho años después, me gusta recordar aquel momento!
Vuelve, por favor, es demasiado duro sin ti
Dedicado a mi mago
A la familia de mi mago
A talavantinos de corazón
A mi niño Luis
A mi querida Ana: te adoro
Al toreo
A los soñadores y a mis soñadores
A ti: eres genial
A Carlos
Y a Rosario